Remodelación y ampliación de local comercial.
Categoría PROYECTOS ESPECIALES Provincia SALTA Ubicación SALTA CAPITALDescripción
El proyecto se emplaza en una esquina estratégica y altamente transitada de la ciudad, en la intersección de calle Junín y Avenida Entre Ríos. Esta ubicación, además de constituir un punto de inflexión en la configuración urbana de la avenida, se distingue por concentrar en sus esquinas marcas comerciales reconocidas y franquicias de gran visibilidad, lo que plantea desafíos particulares en términos de identidad, escala y lenguaje arquitectónico.
El edificio preexistente consistía en una antigua vivienda con local en planta baja, resultado de múltiples intervenciones realizadas a lo largo del tiempo, sin una unidad conceptual ni programática. Este estado fragmentado representaba un reto sustancial para su transformación en un local comercial contemporáneo, funcional y atractivo. La estrategia proyectual se centró en reutilizar lo existente, conservando la estructura original y evitando demoliciones innecesarias. Se propuso reconvertir la planta baja en un espacio comercial integral, articular la planta alta incorporando un depósito sobre la losa existente y adaptar las habitaciones del primer nivel para uso como oficinas y áreas privadas de apoyo.
Uno de los objetivos principales fue lograr una nueva presencia urbana, que consolidara la esquina sin recurrir a gestualidades excesivas ni recursos formales estridentes. Dado que el proyecto no contemplaba un aumento significativo en altura, se trabajó con un lenguaje contenido, basado en líneas geométricas puras, proporciones equilibradas y una expresión sobria pero decididamente contemporánea. Se evitó todo tipo de manierismo para favorecer una lectura clara del volumen, otorgándole coherencia y unidad a través del diseño.
El gesto arquitectónico más relevante se concentra en el plano curvo de la ochava, resuelto con chapa acanalada dispuesta verticalmente, que actúa como elemento de transición y articulación entre ambas fachadas. Esta curva no solo cose las calles adyacentes en un solo gesto volumétrico, sino que refuerza la identidad del edificio como hito reconocible dentro del entorno urbano inmediato. La intervención logra así modificar radicalmente la percepción del inmueble original, de escala modesta y presencia difusa, dotándolo de una nueva jerarquía y carácter.
En el interior, la operación fue contundente: se eliminaron todos los tabiques divisorios no estructurales, conservando únicamente los muros perimetrales y medianeros. La fachada fue liberada casi por completo, transformando el frente en una gran vidriera urbana que conecta visualmente el espacio interior con la calle, invitando a los transeúntes a ingresar. El patio posterior, generado por la restricción normativa de retiro de fondo, fue reinterpretado como un patio interno que no solo aporta luz y ventilación natural, sino que se convierte en una extensión activa del local, en diálogo funcional con el espacio comercial.
El diseño interior fue abordado integralmente por la diseñadora Ana Laura Capitanio, quien supo potenciar y dar continuidad a los lineamientos formales propuestos desde lo arquitectónico, logrando una ambientación coherente, contemporánea y en sintonía con la nueva imagen del edificio.